Las clases son en grupos reducidos, con un máximo de 4 niños por clase para garantizar una atención máxima por parte del profesor. Se fomentará el trabajo en equipo, la colaboración entre ellos, que experimenten la satisfacción de tocar en conjunto y los resultados del trabajo en grupo.

No es necesario llevar la guitarra a clase. Las aulas disponen todo el equipo necesario.

Como entendemos que no es lo mismo tocar bien la guitarra que saber enseñar y que en el trabajo con niños hay que tener muchísimos aspectos en cuenta, además que el mero dominio del instrumento, las programaciones infantiles están supervisadas por un profesor Diplomado en Magisterio y con un Master en Educación Musical, ofreciendo una máxima calidad de la enseñanza.